Biblioteca Franciscana - Provincia de Santiago
La Biblioteca del Convento de San Francisco de Santiago nació en el siglo XIII al calor de los primeros estudios teológicos. Desde los años setenta del siglo XIII, comienza a adquirir una importante cantidad de manuscritos y libros, sobre escritos teológicos, bíblicos, historia, artes y ciencias naturales. Según los estudios de Fr. José García Oro, ya desde 1286 la orden tiene una normativa bibliotecaria muy estricta. Los libros, desde la fundación de la Orden, serían una parte fundamental de las comunidades y a los superiores de los conventos les correspondía el aprovisionamiento, custodia y restauración de los mismos.

En el siglo XVI los frailes menores adoptaron el régimen de la Observancia, lo que provocó una pérdida de protagonismo de los conventos y una centralización de la administración. San Francisco de Santiago como Colegio Teológico, tuvo la obligación de obtener nuevos volúmenes y modernizar sus fondos bibliográficos. Un trabajo complejo y lleno de dificultades debido a que la orden practicaba la desapropiación total, tanto comunitaria, como individual. Para conseguir este objetivo, sus fondos se nutrieron de donaciones de bibliotecas enteras así como de la ayuda de las principales figuras culturales de Santiago. En el siglo XVI, el quinto conde de Benavente Don Alonso Pimentel, asignó 500 ducados anuales que junto con los estipendios de las misas, de los cuales se destinaba 200 ducados, se adquirían los libros para la biblioteca (García Oro, 1993) para que de esta forma se pudieran formar los frailes de la comunidad. Esto convirtió a San Francisco de Santiago en un importante centro cultural y espiritual.
 
En el siglo XVIII los franciscanos de Santiago retornaron a las aulas universitarias y ocuparon cátedras en diversas facultades. Esto provocó un repunte en el cuidado y adquisición de libros para la biblioteca. Los estudiosos y superiores del convento Fray Gabriel Arrocha, Fray Francisco de Castro, Fray Pedro Otero Mallón o Fray José Marín realizaron una labor fundamental en el desarrollo de la librería conventual de Santiago, colocándola a la cabeza de las mejores bibliotecas de Galicia (Rodriguez Pazos, 1978). Durante ese siglo se realizaron mejoras en las infraestructuras y se cuidó que los libros de los profesores del convento pasaran a formar parte de ella.
A partir de 1633 surge la figura del bibliotecario, debido a la importancia que adquirió este espacio en la comunidad. Hasta ese momento eran los guardianes quienes se hacían responsables de esta labor. Como explica Fr. José García Oro, en el siglo XVIII, el "bibliotecario tiene una categoría específica que viene definida con precisión en las leyes y se le reviste además de rango de oficial de la Provincia. Es presentado por cada superior local al definitorio o consejo de la Provincia que los instituye, una vez comprobadas sus cualidades. Tiene la obligación de redactar inventarios de los libros, cuidar y reparar los libros, tramitar los préstamos a particulares".

A lo largo del siglo XVIII se inventariaron los fondos documentales, siguiendo los criterios del momento. Se ordenaba por secciones representadas por las letras del alfabeto. Con la exclaustración de 1835, consecuencia de la Demortización de Mendizabal, se rompieron seis siglos y medio de experiencia librera, que convirtieron a San Francisco de Santiago en una de las joyas documentales de Galicia. Un "tesoro que se pudo recuperar treinta años más tarde con la restauración del convento en forma de Colegio de Misioneros de Tierra santa y Marruecos" (García Oro, 1993).
 
Tras los primeros inciertos años tras la exclaustración, la Biblioteca del Convento de San Francisco de Santiago ha ido acrecentando sus fondos hasta nuestros días. Las donaciones de frailes y estudiosos que forman parte de la Orden, siguen siendo una fuente fundamental. También los procedentes de otros conventos. A finales del XVIII y comienzos del siglo XX el Convento de San Francisco de Santiago vivió una época dorada en el plano cultural. Es el momento en el que comienza su labor erudita Fr. Atanasio López, uno de los mejores historiadores de su tiempo y un auténtico cronista de la historia franciscana. Fue el padre intelectual del historiador y americanista Fr. Lino Gómez Canedo, miembro de la Academia Americana de la Historia con sede en Washington. Una disciplina que cultivó Fr. Manuel Rodríguez Pazos, uno de los directores de la importante revista El Eco Franciscano. Esta revista fundada en 1884 por Fr. Juan Marquina, es el reflejo del auge cultural que vivió la provincia Francisca de Santiago, en la que destacaban hombres de letras como el literato y miembro de la Real Academia Galega Fr. Samuel Eiján o el jurista Fr. José Campelo. Todos ellos, autores de una prolifera obra intelectual, y poseedores de una extensa biblioteca que tenemos el honor de custodiar en la actualidad.

Esta generación fue sustituida por los estudiantes de teología que llenaban las aulas de San Francisco de Santiago en la década de los 40 y 50. Ellos fundaron la Revista Liceo Franciscano. Producto de ésta incansable labor cultural que se desarrolló desde finales del siglo XIX, se beneficiaron las bibliotecas de los conventos de toda la Provincia. En las últimas décadas del siglo XX, la incansable dedicación de Fr. José García Oro, Fr. Santiago Cepeda y Fr. Hipólito Barriguín, permitió que la biblioteca de Santiago recuperara muchos tesoros documentales procedentes de otros conventos. En los últimos años, con una clara voluntad pedagógica, divulgativa y comprometida con la cultura, nuestros fondos documentales están, y siguen siendo catalogados, con ayuda de la Xunta, para su uso y consulta. Porque tenemos el orgullo de contar con uno de los fondos patrimoniales más importantes de España, y de referencia en el ámbito gallego. Todo un tesoro para aquellos/as que quieran conocer el legado cultural de franciscanismo en Galicia.
  • GARCÍA ORO, José, OFM. "La biblioteca de San Francisco de Santiago antes de la exclaustración", en VV. AA., Homenaxe a Daria Vilariño, Santiago, USC, 1993, pp. 387 – 396.
  • RODRÍGUEZ PAZOS, Manuel, OFM. "Las bibliotecas de la Provincia de Santiago", Archivo Ibero-Americano, Vol. XIV (1954), pp. 456-480.
  • CANTELAR RODRÍGUEZ, Francisco. "Catálogo de Incunables de las Bibliotecas del Convento de Franciscanos y del Seminario Diocesano de Santiago", Cuadernos de Historia de la Teología, El Eco Franciscano, Santiago, 1978.
 
 
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